martes, 22 de enero de 2008

Javier Otaola.- Elogio bilbaíno de los jesuitas







Los jesuitas ya tienen Prepósito General: el Padre Adolfo Nicolás.



Ya hay un sucesor del Padre Kolvenbach que ha presentado su dimisión después de 25 años al frente de la Compañía en tiempos muy convulsos.



Los jesuitas son una de las referencias que han conformado el País Vasco: su presencia en Bilbao, Azpeitia, Durango, Vitoria, San Sebastián... forma parte de nuestro paisaje físico e histórico y su personalidad como colectivo ha introducido entre nosotros algunas de sus características como grupo humano: tesón, tenacidad, resistencia, sentido de grupo, voluntad de compromiso. La Universidad de Deusto es también una presencia social e intelectual de primer orden en el ámbito español y vasco. No es casualidad que Ignacio, lo fuera de Loyola. Entre los jesuitas tenemos al apologista de la lengua vasca, el Padre Larramendi, que tituló con genio paradójico la primera gramática vasca: "El imposible vencido".



No olvidar entre nuestros clásicos españoles tenemos al renacentista Baltasar Gracián –nuestro Pascal- (1601-1658) que dijo aquello tan sabio de que “Lo bueno, si breve, dos veces bueno” o “valen más quintaesencias que fárragos”.



Los jesuitas han constituido entre nosotros una cultura de la organización, del trabajo y de la “fuerza de voluntad” que nos ha emparejado en cierta medida con la “ética calvinista” de los países protestantes, a pesar del acendrado catolicismo de Loyola y de su estilo comunitarista. El Padre Arrupe, bilbaíno y Prepósito General ha sido una personalidad de rango universal que ha marcado una impronta imborrable en la Compañía.



Uno, a pesar de su luteranismo y su masonería, ha sido alumno de los jesuitas desde la infancia hasta los 20 años, y ha sido educado en ese espíritu ignaciano que nos transmitían en el colegio, “el afecto, el gusto y la inclinación al bien y a los hábitos virtuosos”, la religiosidad del AMDG, el culto a la maternidad espiritual de la Virgen de Begoña, el culto a la “fuerza de voluntad” y los Ejercicios Espirituales que habré hecho –en su versión abreviada- unas tres o cuatro veces.
No puedo dejar de reconocer en los discípulos de Loyola un estilo humano y espiritual digno de admiración, un espíritu que ha tenido incluso su correlato cinematográfico y estético en la magnífica y emocionante película La Misión.



La Compañía de Jesús fundada por Ignacio de Loyola con espíritu de milicia y que entre otras severas exigencias –perinde ad cadáver - impone renunciar a jerarquías, cargos o privilegios eclesiásticos sin embargo ha admitido en algunos casos excepciones a este principio como en el caso histórico de San Roberto Belarmino; y hoy, con los cardenales Carlo Maria Martini, - el eterno papable - italiano, y Jorge Bergoglio, argentino.



Un jesuita y científico con un brillante y fraternal espíritu crítico, Juan Masiá, autoridad en biogenética, se ha atrevido a criticar las posiciones de ultraderecha de la Cope y ha denunciado la pretensión de algunos prelados de infantilizar a los fieles en su libro 'Tertulias de bioética. Manejar la vida, cuidar a las personas', lo que le costó su expulsión de la cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas.



La Conferencia Episcopal Española tiene como portavoz al jesuita y obispo Juan Antonio Martínez Camino, asturiano de 52 años, que entró en la Compañía nada más terminar Filosofía en Valladolid, en 1976 y ha sido profesor de Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de Comillas.



Finalmente otra jesuita ha alcanzado una posición relevante en el cuadro organizativo del Vaticano, lo que puede significar un renovado protagonismo de la Compañía de Jesús.




Por decisión de Benedicto XVI el padre Lombardi ha sustituído en el puesto de portavoz vaticano al conocido miembro del Opus Dei, Navarro Vals.Lombardi no es un jesuita cualquiera. Nació en Saluzzo (Italia) el 29 de agosto de 1942 entró en 1960 en el Noviciado de la Compañía de Jesús en Avigliana (Turín) y realizó estudios de Filosofía en la Universidad Aloisianum de los Jesuitas. En 1972 recibió su ordenación sacerdotal y comenzó su carrera periodística, ha formado parte del Colegio de Escritores de Civilità Católica - una de las obras predilectas de los jesuitas - y en 2005 fue nombrado director General de Radio Vaticana.



En el año de su Congregación General XXXV podemos decir que los jesuitas están en forma.



Javier Otaola.- Abogado y escritor.


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